La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) de México ha dado un paso significativo hacia la igualdad de género en su estructura organizativa, siguiendo las directrices de la Presidenta Claudia Sheinbaum y el mandato del pueblo
Según Iván Escalante, actual titular de la Profeco, más del 65% del personal entrante en puestos estratégicos son mujeres. La paridad de género se ha convertido en un objetivo clave dentro de las políticas públicas en México. Desde la reforma constitucional de 2019, el país ha avanzado hacia una mayor inclusión femenina en todos los niveles de gobierno.
Esta reforma establece que tanto el Poder Ejecutivo como el Legislativo deben garantizar la representación equitativa de mujeres y hombres en sus respectivas estructuras. La implementación de este principio busca no solo aumentar la presencia femenina, sino también asegurar que las decisiones se tomen en un contexto donde ambos géneros tengan voz y voto
En su compromiso por fomentar la igualdad sustantiva, la Profeco ha realizado varios nombramientos significativos:
Además, se han nombrado a otras profesionales para roles críticos dentro de la organización, como Rocío Rubio Hermosillo (directora General de Oficinas de Defensa del Consumidor), Berenice Hernández Miranda (directora General de Planeación y Evaluación), Vanessa Romero Zavala (directora General de Información Institucional) y Brenda Borunda (secretaria Particular)
El progreso hacia la paridad no es un hecho aislado; es resultado de años de lucha por parte de mujeres que han buscado derribar las barreras que limitan su participación en espacios decisionales. Iván Escalante enfatizó que estos cambios son fruto del esfuerzo colectivo y del compromiso institucional para materializar los derechos políticos y económicos de las mujeres. La presencia femenina en posiciones estratégicas no solo es representativa, sino que también es esencial para construir políticas públicas más justas y equitativas.
La implementación efectiva del principio de paridad en instituciones como Profeco puede tener un impacto significativo en el desarrollo social y económico del país. Al permitir que más mujeres ocupen roles clave, se fomenta una diversidad que puede enriquecer el proceso decisional y contribuir a políticas más inclusivas