La producción de granos y oleaginosas en México ha experimentado un notable incremento del 37% desde la implementación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994, ahora conocido como el Tratado México-Estados Unidos-Canadá.
Según cifras del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera y del Banco de México, la producción de granos y oleaginosas pasó de aproximadamente 29.2 millones de toneladas en 1994 a 40.1 millones en 2023. Este aumento significativo fue impulsado inicialmente por la apertura comercial que trajo consigo el TLCAN, que fomentó las exportaciones pero también presentó desafíos para los productores locales, especialmente aquellos que no pudieron competir con los precios más bajos de sus contrapartes estadounidenses y canadienses.
Juan Carlos Anaya, director general del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), señala que el TLCAN marcó un punto de inflexión para el sector agrícola mexicano. Durante el primer sexenio tras su implementación (1994-2000), la producción apenas creció en 400 mil toneladas , alcanzando 29,6 millones al final del período. Este estancamiento se debió a la transición hacia un mercado más competitivo y a la reducción de subsidios internos.
-
Ernesto Zedillo (1994-2000) : La producción se mantuvo casi estable. La apertura comercial afectó negativamente a cultivos como el maíz, mientras que otros, como el trigo, se beneficiaron.
-
Vicente Fox (2000-2006) : Se registró un incremento notable de 5 millones de toneladas, alcanzando 34,6 millones , gracias a políticas de modernización agrícola y apertura al comercio exterior..
-
Felipe Calderón (2006-2012) : La producción alcanzó a 36,6 millones de toneladas, con un aumento moderado debido a programas gubernamentales que apoyaron al campo frente a desafíos como sequías y costos crecientes..
-
Enrique Peña Nieto (2012-2018) : Se alcanzó un récord histórico con 41,5 millones de toneladas en 2016. Este crecimiento fue impulsado por esfuerzos en tecnificación agrícola y diversificación de mercados..
En contraste, durante los primeros años del sexenio de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), la producción se ha mantenido estancada en 40.1 millones de toneladas, lo que plantea una posible caída para finales de 2024. Este estancamiento se atribuye a un enfoque gubernamental hacia la autosuficiencia alimentaria, particularmente en maíz y frijol, pero también ha generado incertidumbre en el sector agropecuario..
El enfoque hacia la autosuficiencia ha limitado el crecimiento significativo en comparación con administraciones anteriores. Anaya advierte que esta situación ha llevado a un aumento récord en las importaciones de granos básicos, lo que refleja una dependencia creciente del exterior para satisfacer las necesidades alimentarias del país.. A pesar del crecimiento en producción desde 1994, las importaciones han crecido significativamente; por ejemplo, en 2012 México importó más de 9.5 millones de toneladas de maíz, con un 87.9% proveniente de Estados Unidos..
La liberalización comercial bajo el TLCAN ha tenido efectos mixtos: si bien ha permitido un aumento en la producción total, también ha expuesto a los productores mexicanos a una competencia desleal y ha contribuido al abandono rural debido a la imposibilidad de competir con precios internacionales más bajos.. Esto plantea interrogantes sobre la viabilidad futura del sector agrícola mexicano y su capacidad para garantizar la seguridad alimentaria.