El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que se reforzó la vigilancia en los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el país, en especial el Tuxpan-Azcapotzalco, por lo que el abasto de combustible tiende a regularizarse, y precisó que no debemos afligirnos en la lucha contra el robo de combustible.
La vigilancia de los ductos, explicó, se fortaleció con mil agentes (custodios) de la Procuraduría General de la República (PGR) (guardaespaldas) que se retiraron a funcionarios públicos y particulares, así como con ocho mil elementos del Estado Mayor Presidencial que se reintegraron al Ejército.
Mediante una conferencia, agradeció a los mexicanos su ayuda para la transformación del país, ya que para ello se requiere la participación de todos, y destacó la colaboración decidida de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena), Marina (Semar), la Policía Federal y de los trabajadores de Pemex que han cubierto largas jornadas para garantizar el abasto de combustibles.
Aseguró que pronto se regresará a la normalidad en la distribución de hidrocarburos en el país, y detalló que el ducto Tuxpan-Azcapotzalco estaba en poder de los huachicoleros, por lo que se debía tomar medidas para recuperarlo, puesto que por ese puerto veracruzano y ese conducto entra la mayor parte de las gasolinas importadas, 600 mil barriles diarios.
El pasado viernes a las 11 de la noche fue la última ruptura de ducto, que en promedio traslada 170 mil barriles diarios. Ahora, indicó "pincharon" un ducto en el municipio de Acambay, Estado de México.