México está en la cuenta regresiva para el Simulacro Nacional 2024, que se llevará a cabo el próximo 19 de septiembre a las 11:00 horas.
Este ejercicio tiene como objetivo evaluar la efectividad de las rutas de evacuación, las salidas de emergencia y los puntos de seguridad en hogares y lugares de trabajo. Este año, la simulación tendrá un matiz especial, dado que se conmemoran los aniversarios de dos de los sismos más devastadores en la historia reciente del país: los de 1985 y 2017.
La particularidad de este año es la incorporación de un nuevo sistema de alerta. Los residentes de Ciudad de México y su zona conurbada recibirán un mensaje de alerta en sus teléfonos móviles, similar a los utilizados en Estados Unidos para emergencias como terremotos y huracanes. Este mensaje, que incluirá la palabra "simulacro" y un sonido distintivo, se enviará automáticamente a usuarios de plataformas 2G, 3G y 4G, sin necesidad de descargar ninguna aplicación adicional.
La hipótesis para el simulacro de 2024 será un sismo de magnitud 7.5 con epicentro en Acapulco, Guerrero. La alerta sísmica se activará en los estados afectados, que incluyen Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Michoacán, Jalisco, Colima, Morelos, Ciudad de México, Estado de México, Puebla y Tlaxcala.
El simulacro nacional de 2023 atrajo a más de nueve millones de participantes, incluidos escolares, trabajadores y ciudadanos en espacios públicos. Se espera una alta participación nuevamente este año para mejorar las capacidades de respuesta ante posibles emergencias.
Protección Civil ha instado a la ciudadanía a mantener la calma durante el simulacro y seguir las instrucciones de las autoridades. Entre los pasos recomendados están interrumpir las actividades, desconectar gas, electricidad y agua, replegarse hacia zonas de seguridad previamente identificadas, y mantener el orden. Después de la simulación, es crucial revisar los resultados y hacer los ajustes necesarios para optimizar el tiempo de respuesta.
En regiones donde los daños por terremotos no son frecuentes, las autoridades locales implementarán protocolos específicos para diferentes tipos de emergencias que puedan ocurrir en sus áreas.