Las empresas de mediano tamaño están liderando el proceso de relocalización de cadenas de suministro en México, especialmente aquellas provenientes de China.
Esta tendencia ha sido impulsada por la posibilidad de exportar al mercado estadounidense con tarifas cero, siempre que se cumpla con los requisitos de contenido regional establecidos por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Víctor Cadena, presidente de la Cámara de Comercio de México en China (Mexcham), señala que esta situación ha llevado a más compañías a establecer operaciones en territorio mexicano.
La relocalización ha cobrado mayor relevancia tras la escalada de aranceles impuestos por la administración de Donald Trump, una política que se ha mantenido bajo el gobierno de Joe Biden. Como resultado, México superó a China como el principal socio comercial de Estados Unidos el año pasado.
Cadena enfatiza que esta tendencia no está ligada a un partido político específico, sino que es un fenómeno que continuará independientemente del contexto político en Estados Unidos.
A pesar de las oportunidades que presenta la relocalización para México, Cadena advierte que este proceso podría ser temporal, estimando su duración en un lustro o tal vez una década, pero no más. La llegada de empresas chinas a México como plataforma para el mercado estadounidense no es un fenómeno nuevo; ha ocurrido durante los últimos 30 años. Sin embargo, la diferencia actual radica en que son empresas medianas las que están tomando la iniciativa, debido a los altos aranceles estadounidenses sobre productos chinos. Estas empresas suelen tener entre 500 y 1,000 empleados, lo que las clasifica como medianas según los estándares chinos.
Aunque México no cuenta con un tratado de libre comercio específico con China, sí tiene otros acuerdos y regulaciones que permiten a las empresas aprovechar esta coyuntura. Cadena destaca que si las empresas cumplen con las normativas del T-MEC, pueden operar legalmente en el país. Durante la reciente Feria Internacional de Comercio de Servicios en Pekín, se discutieron estas oportunidades y su impacto en la economía mexicana.
Los datos del comercio bilateral son reveladores: en 2023, el comercio entre México y China alcanzó los 104 mil millones de dólares, con productos chinos representando aproximadamente el 19.1% de las importaciones mexicanas.
Las exportaciones hacia China son significativamente menores, alcanzando solo un 1.7%. Esta tendencia se ha mantenido en 2024, donde hasta junio el comercio total fue de 56 mil millones de dólares y la participación china en las importaciones mexicanas subió al 20%, mientras que las exportaciones mexicanas a China cayeron a 1.62%.
La relocalización no solo beneficia a las empresas extranjeras; también está impactando positivamente a las firmas mexicanas. Según informes del Banco de México, un 12.9% de las empresas han reportado beneficios significativos durante el último año debido a este fenómeno. La estrategia conocida como "nearshoring" está ganando impulso y se espera que continúe avanzando en los próximos años.