Desde los cinco años Brenda Ramírez supo que su padre no estaba con ella y solo tuvo padrastros quienes a decir de ella, no supieron cuidarla y todo lo contrario vivió maltratada por ellos, lo que hoy a sus 42 años, lamenta el nunca haber podido conocer a su padre.
Y debido a que nadie la apoyó para poder terminar sus estudios, hoy con sacrificios sale a las calles a vender algunos dulces para poder sobrevivir.