Con profunda tristeza amigos y familiares, dieron el último adiós a cinco de los siete homicidios de la masacre en el balneario La Palma en Cortázar.
Un pequeño niño de siete años de edad estuvo entre las víctimas del hecho, por ello sus familiares se presentaron al sepelio con globos blancos, representando la pureza de su alma.
Los cinco ataúdes salieron de la casa funeraria ubicada en el bulevar Insurgentes con rumbo al templo de la Virgen de Guadalupe en Villagrán.
Justo a la 1:00 de la tarde, Francisco, Hugo, Lidia, Daniel y el pequeño Héctor de 7 años, recibieron la bendición por parte del sacerdote, quien oró por su eterno descanso y pidió resignación para la familia.
El contingente caminó cantando canciones de despedida y portando las fotografías que para siempre llevarán en su corazón, mientras tanto, las investigaciones en torno al caso, continúan.