La presa de Duarte lució desierta esta mañana de inicio de Semana Santa, sin gente, sin vigilancia y casi sin agua. A pesar de que se anunció un operativo permanente durante esta Semana para evitar que la gente se metiera a nadar a las presas del Estado, no se vio ningún operativo ni elementos vigilando.
A un 16 por ciento de su capacidad, la presa de Duarte ha sido escenario de varias tragedias de personas que se meten a nadar desconociendo la profundidad y la cantidad de fauna acuática que se desarrolla al fondo del vaso captador.
El pasado 23 de marzo un hombre intentó sacar una pelota de la Presa y murió ahogado. El ahora fallecido contaba con 32 años de edad, lo que indica que esta presa para nadar es peligrosa para chicos y grandes, por lo que las autoridades han hecho un esfuerzo por evitar que la gente se introduzca a esta y todas las presas del Estado.