El Gobierno de Estados Unidos deportó a El Salvador a otros 17 indocumentados, a quienes acusa de pertenecer a las bandas criminales Tren de Aragua (TdA) y MS-13.
El 15 de marzo también expulsó a más de 200 venezolanos a los que envió a la cárcel de máxima seguridad en el país centroamericano.
La decisión, anunciada en un comunicado por el secretario de Estado, Marco Rubio, puede suponer un desafío para con la orden dictada por un juez federal que bloquea la aplicación de la ley de Enemigos Extranjeros, la cual permite deportar a extranjeros sin vista previa y que el Gobierno de Donald Trump ha invocado argumentando que Tren de Aragua está invadiendo territorio estadounidense.
"Anoche, en una exitosa operación antiterrorista con nuestros aliados en El Salvador, el ejército de Estados Unidos transfirió a un grupo de 17 criminales violentos de las organizaciones Tren de Aragua y MS-13, incluyendo asesinos y violadores", asegura el comunicado rubricado por Rubio, que no aporta más detalles sobre el operativo o las identidades de los deportados.
"Una vez más, expresamos nuestra gratitud al presidente Bukele y al gobierno de El Salvador por su inigualable colaboración para garantizar la seguridad de nuestros países contra el crimen transnacional y el terrorismo", indica el texto.
Trump aseguró que la banda transnacional de origen venezolano, Tren de Aragua, a la que acusa de haberse infiltrado en el Gobierno de Nicolás Maduro, está invadiendo el país.
El magnate invocó el 15 de marzo la ley de Enemigos Extranjeros, norma de 1798 no usada desde la Segunda Guerra Mundial que permite expulsar a extranjeros sin un juicio previo.
Pese a la orden judicial federal emitida ese mismo día contra dicha ley, tres aviones pagados por el Gobierno estadounidense despegaron de Texas y entregaron a más de 200 venezolanos (a los que las autoridades acusan de ser miembros de Tren de Aragua) a las autoridades salvadoreñas, que los encarcelaron en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot).
El viernes, después de que un tribunal de apelaciones mantuviera el bloqueo a la ley, la Administración Trump pidió al Supremo que le permita deportar ciudadanos venezolanos de manera sumaria, subrayando el pulso que mantiene con jueces que han bloqueado varias de sus iniciativas y a los que pide destituir, poniendo en duda la separación de poderes en EE.UU.