Narcoestética: Un estilo de vida costoso y peligroso
La cultura del narco en México ha sido moldeada en gran parte por la influencia de series de televisión, películas y corridos, dando origen a una estética ostentosa y exagerada conocida como "narcoestética". Esta se caracteriza por ser un estilo de vida que exhiben lujos como autos deportivos, fajos de billetes y mujeres con múltiples cirugías estéticas
Con la aparición de grandes capos en la escena mexicana, surgieron también las llamadas "buchonas". Este término se utiliza para describir a las novias o esposas de narcotraficantes, aunque también se aplica a mujeres vinculadas directamente con los cárteles o que desempeñan roles activos en ellos. Un ejemplo marcado es Emma Coronel, esposa de "El Chapo" Guzmán, quien fue reina de belleza y es considerada la "buchona" por excelencia. Según el portal "Wealthy Persons", Coronel cuenta con una fortuna estimada en 5 millones de dólares.
Las mujeres identificadas como "buchonas" se caracterizan por un estilo físico muy específico: suelen tener busto y glúteos grandes, cintura delgada, y rasgos faciales refinados, como una nariz pequeña y respingada, labios gruesos y pestañas largas y postizas para resaltar la mirada. El cabello generalmente es largo, llegando hasta la cintura, frecuentemente con el uso de extensiones. Además, lucen uñas largas y decoradas con colores llamativos y diseños extravagantes, completando así un look visualmente impactante y alineado con esta estética.
Kim Kardashian y Ninel Conde, son algunas de las famosas que por sus estética son catalogadas como buchonas
El costo de una transformación estética al estilo "buchona" puede ascender a cifras considerables. Una lipoescultura ronda los 133 mil pesos, una cirugía de busto alrededor de 70 mil pesos, y una rinoplastia cerca de 90 mil pesos. El aumento de glúteos tiene un costo aproximado de 75 mil pesos, lo que da un subtotal de 368 mil pesos únicamente para procedimientos corporales. Si a esto se le suman otros detalles como las uñas, que pueden costar hasta 5 mil pesos, y extensiones de cabello que alcanzan los 10 mil pesos, el gasto total puede llegar a ser de aproximadamente 383 mil pesos.
Las prendas que las mujeres "buchonas" suelen lucir están diseñadas para resaltar sus atributos físicos, con cortes ajustados que resaltan su figura. Sin embargo, lo que realmente distingue su estilo es el uso de marcas de lujo, como Louis Vuitton, Versace, Gucci, Balenciaga, Prada y Chanel. Además, la joyería y los accesorios que portan son igualmente ostentosos. Es común verlas con varias cadenas de oro, muchas veces adornadas con figuras que hacen alusión al narco, como pistolas decoradas con incrustaciones de plata o aretes de oro en forma de armas. También es frecuente que lleven relojes Rolex con diamantes y, por supuesto, las emblemáticas bolsas de marcas como Chanel, Louis Vuitton o Dior, que completan su look.
La fotógrafa Mayra Martell describe la aspiración de ciertos sectores de la sociedad al estilo de vida "buchona" como un intento de proyectar poder e independencia. Según Martell: "No es una mujer mexicana sumisa, sin dinero. Ella [la buchona] usa Chanel, Gucci, Swarovski. Es una búsqueda de una identidad de poder"
Muchas mujeres que buscan alcanzar un cuerpo hiperfemenino carecen de los recursos para costear cirugías estéticas seguras, optando por procedimientos en establecimientos clandestinos debido a sus bajos precios. Por ejemplo, mientras que una liposucción formal puede oscilar entre 60,000 y 100,000 pesos, en estos lugares irregulares el costo se reduce a 20,000-40,000 pesos. Aunque estas tarifas atractivas parecen accesibles, el riesgo asociado es alto, llegando incluso a poner en peligro la vida de las pacientes debido a la falta de estándares de seguridad y profesionalismo.
En estas clínicas de belleza clandestinas se utilizan sustancias peligrosas que no están aprobadas para uso médico. Entre ellas se encuentra la silicona líquida, comúnmente usada como relleno a pesar de ser un producto de uso industrial. También se emplean vaselina líquida, aceites comestibles y para motores, así como ácidos polimetacrilato, conocidos como biopolímeros. Aunque estos últimos se usan como alternativa a los plásticos, al ser inyectados en el cuerpo pueden causar complicaciones graves como necrosis y deformidades permanentes.
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) hay un porcentaje de 80.9 muertes resultantes de operaciones estéticas por cada mil quejas presentadas
Los hombres buchones, al igual que sus contrapartes femeninas, se caracterizan por una apariencia cuidada que incluye ropa de marca, joyería llamativa y vehículos de lujo, especialmente camionetas. En muchos casos, se les percibe como figuras de autoridad dentro de sus círculos sociales. Aunque suelen estar asociados a actividades delictivas, no siempre tienen vínculos directos con el narcotráfico. El youtuber "Yualay" entrevistó a dos hombres identificados como buchones, ambos coincidieron en que su estilo de vida tiene lujos en todos los rubros, gastando incluso "en una semana tranquila", 100 mil pesos, solo para comidas, salidas o comprar ropa para la ocasión, aunque aseguraron que el dinero que ellos tenían es legal, por lo que, este estilo de vida que empezó en el norte, se expandió a otros sectores de la población.
La creciente admiración por el dinero y el estilo de vida asociado al narcotráfico ha generado un fenómeno conocido como "alucines". Este término se refiere a personas que, aunque no pertenecen a grupos delictivos, intentan imitar la ostentosa vida de los narcotraficantes. Los "alucines" suelen mostrar su supuesto éxito mediante el uso de ropa de marca (o réplicas), exhibiendo fajos de billetes, vehículos de lujo y armas, con el objetivo de aparentar una vida llena de lujos y felicidad. Este comportamiento refleja el deseo de alcanzar una vida que muchos ven como aspiracional, aunque carezcan de los recursos necesarios para vivirla realmente.
Hoy en día, el término "buchón" se usa para describir algo excesivo o extravagante. Puede referirse a ramos de rosas con dinero de gran tamaño, ropa con pedrería abundante o maquillaje muy recargado
El narcotráfico también afecta a personas que, aunque no desean vivir los lujos ni el estilo de vida de los involucrados en este mundo, se sienten atraídas por él. Esta fascinación se refleja incluso en festividades como Halloween, donde algunas personas adoptan elementos de la cultura del narcotráfico. Emulan a personajes de este ámbito vistiéndose con sus atuendos característicos, llevando bolsas de cocaína falsa, portando armas de utilería e incluso comprando máscaras de capos de la droga. La demanda por estos disfraces es tan alta que, hace dos años, en Culiacán se prohibió su uso debido a su creciente popularidad.
Llaveros, gorras, collares, máscaras, figuras de santos como San Judas Tadeo o Malverde, juegos de colchas con imágenes de narcos, series, corridos, películas, figuras de capos, narco tours y camisetas, son solo algunos de los artículos que se encuentran en México y que contribuyen al crecimiento de la narcocultura. Esta cultura persiste en el imaginario colectivo mexicano, y corre el riesgo de ser normalizada por la sociedad misma. El narco está presente en todos los ámbitos, ya que este fenómeno mueve economías y "crea empleos" para personas ajenas al crimen. Su influencia se extiende al cine, la televisión, la venta de productos piratas, el ambiente musical, la ropa clonada, e incluso genera trabajo indirecto para cirujanos plásticos, estilistas y manicuristas, entre otros.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) reveló que la industria criminal genera anualmente ingresos brutos estimados en 600 mil millones de pesos, lo que equivale a aproximadamente 33 mil 165 millones de dólares (USD). Además, de también generar al menos 23 mil 500 muertes cada año, según el Instituto para la Economía y la Paz en México (IEP)