Comunidades pesqueras del norte de Sinaloa se enfrentan a una dura crisis tras la veda de las principales especies de captura, los altos costos de los combustibles y la falta de apoyos.
A partir del primero de mayo con la entrada en vigor de la veda de la jaiba la situación para este sector se complicará mucho más.
Jesús Arón Maldonado, tiene 40 años dedicándose a la pesca, actualmente se emplea en la captura de la jaiba pero al vedarse la especie se quedará sin trabajo y sin ingresos.
"¿Cuánto gana? Unos 600 pesos, ¿Le alcanza? Qué va alcanzar, tengo que pagar gasolina y carnada, cuánto cree que me queda, muy poquito".
En la misma situación se encuentra Wilfrido López de la comunidad de Paredones quien a partir de mayo se emplea en la albañilería oficio que le permite llevar el sustento al hogar.
"Pues yo soy albañil, la única diferencia que se acaba la pesca y ahí me caen chambitas de albañilería y ahí la paso pero hay gente que no tiene ningún oficio".
Pescadores se enfrentarán a dos meses de dura crisis, será hasta julio cuando se reactive la pesca de la jaiba y hasta septiembre el camarón, urgen que apoyos aterricen en tiempo y forma para mitigar la fuerte crisis por la inactividad en el sector.