El noble oficio de bolero es sin duda una actividad que se enfrenta a grandes adversidades para sobrevivir en el mundo comercial pese a su competencia con las tiendas departamentales.
El Palacio Municipal ha sido testigo de la noble labor que ejerce don Francisco Rosas , mejor conocido como "Don Pancho" quien el oficio de bolero le llegó por accidente al caer de una escalera mientras trabajaba de albañil dejándole un grave problema de cadera obligándolo a buscar otra manera de sobrevivir.
"Me caí de unas escaleras y de ahí puse el negocio esté, el negocio primero es el que tengo en Allende y Agustin Melgar"
La grave caída no le permitió continuar en el trabajo de la construcción, fue así como comenzó a limpiar zapatos a damas y caballeros, labor que le ha dado para vivir durante más de 20 años.
Llega desde muy temprano en espera de aquella persona que requiera lustrar sus zapatos
"Yo me levanto a las 5 y a las 9 abro aquí a las 9 de la mañana hasta las 3 "
Grasa, cepillo, una brocha y un trozo de tela son los utensilios suficientes para ejercer esta actividad y dejar el calzado reluciente desde la más grande personalidad hasta el más humilde de los humanos.
Grandes políticos y administrativos del Gobierno Municipal encabezan las filas de esa silla de bolero donde se han contado un sin fin de historias.
"A Duarte aquí lo boleaba , a Álvaro a Cenen, al que no bolie nunca fue al chino, me daban las 50 bolas por una boleada"
Aunque ha sido su mas grande pasión reconoce que es un trabajo tradicional que va en decadencia , en un buen día atiende de 5 a 8 personas sin nombrar los días de lluvia donde incrementa considerablemente la afluencia de clientes.