Evite intoxicaciones por ingesta de mariscos,COEPRISS advierte daños y consecuencias

Aunque la temporada de verano es un buen momento para disfrutar de los mariscos de la región, son las altas temperaturas las que provocan su mayor descomposición y pueden no ser seguros para comer.

Sin importar si los mariscos están crudos, frescos o congelados, pueden contener bacterias como la salmonela , listeria o parásitos, ocasionando intoxicación por ingesta alimentaria.  

Comúnmente se manifiestan en los crustáceos que han permanecido tiempo a temperatura ambiente o en los que se han roto la cadena del frío, ya que los microorganismos prefieren temperaturas templadas para vivir y reproducirse. 

 Ingerir estos productos con altos niveles de ciertas toxinas puede implicar enfermedades graves, como intoxicación paralítica por moluscos o intoxicación diarreica.  

El primer síntoma es una sensación de hormigueo alrededor de la boca, náuseas, vómitos seguidos por debilidad muscular. A veces, la debilidad evoluciona hacia una parálisis de brazos y piernas, esto puede llegar a ser muy grave y tener un desenlace mortal.  

Según COEPRISS la inspección de establecimientos de venta de pescados y mariscos se mantiene durante todo el año para verificar que se cumplan las prácticas de higiene establecidas de lo contrario se procede con la clausura definitiva.  

"Es un trabajo de verificación, de visita a los establecimientos y de capacitación que lo hacemos de manera permanente ,cuando detectamos que existe alguna irregularidad , en ese mismo momento se corrige, por que de no ser corregido por el establecimiento tendríamos que proceder a la suspensión de actividades" 

En lo que va del año 2020 la comisión ha realizado alrededor de 130 visitas de verificación de las cuales hasta el momento el 100% ha cumplido.   

Para prevenir estos padecimientos y acabar con larvas de parásitos , es necesario congelar por lo menos a 20 grados centígrados durante 24 horas.  

Y no olvidar que comer mariscos crudos como mejillones, ostras y almejas puede resultar peligroso", pues los microbios naturales como la marea roja pueden contaminarlos, y provocar que acumulen toxinas en su carne, elevando las posibilidades de contraer hepatitis.  

Para evitarlo, deben adoptarse ciertas medidas de manipulación e higiene:  

Comprar pescados y mariscos en lugares autorizados.  

Los mariscos deben tener olor fresco y de preferencia encontrarse vivos. Posteriormente mantener los mariscos a una refrigeración a menos de 5º C y separados de otros alimentos.  

Lavarlos antes de consumir y, si se quieren reducir los riesgos para la salud, se recomienda hervirlos por al menos cinco minutos, ya que el jugo de limón no cuece los alimentos.