GUASAVE, SINALOA.- La ola de inseguridad en Culiacán volvió a golpear este miércoles, con una serie de situaciones que mantuvieron en alerta a la población. A pesar del anuncio oficial de la reactivación de clases, padres de familia optaron por no exponer a sus hijos, reflejando el temor latente entre las familias.
Sin embargo, Jaime Carlos Hernández, Jefe de los Servicios Regionales del Petatlán informó que en el Municipio de Guasave y Sinaloa de Leyva se registra un ausentismo casi nulo y aseguró que las actividades en nivel de educación básica continúan con normalidad, pese a los rumores generados sobre la suspensión de labores en la UAS, donde se pensó que la causa eran por los hechos violentos en la capital del Estado.
"Ya se nos fue notificado, por instrucciones de la Secretaría de Educación Pública y Cultura, la doctora Catalina Esparza Navarrete, que efectivamente las suspensiones de labores de la UAS no tienen ningún vínculo con los hechos violentos en Culiacán y que las actividades a nivel de educación básica continuarán con normalidad". Indicó el Jefe de los Servicios Regionales del Petatlán.
Por su parte, La doctora Lilia Peñuelas, directora del Centro de Atención Múltiple No. 3 señaló que ante estas obvias razones, padres de familia han optado por no enviar a sus hijos, sin embargo, mencionó que no existe razón alguna para que los niños no asistan a clases, excepto los que vienen de lejos y que a veces no tienen como trasladarse.
"En estos momentos no existe ninguna razón para que los niños no vengan , excepto los que vienen de lejos y no tienen como trasladarse, en general, la gente de aquí de Guasave están asistiendo sin ninguna complicación, igual el personal, el personal docente que viene de Culiacán aquí están trabajando". Explico la directora del Centro de Atención Multiple No. 3
Cabe señalar que este tipo de situaciones no solo afectan la tranquilidad de las familias, sino también el desarrollo educativo de los niños. La falta de asistencia a clases puede repercutir en el desempeño académico, y las constantes interrupciones generan un ambiente de incertidumbre tanto para los estudiantes como para los maestros.