La lista de espera crece, miles de personas al año desean ser candidatos para trasplante de riñón en México. Aunque la infraestructura es insuficiente y poco a poco se avanza en la donación cadavérica; en los últimos años se observa un incremento de donadores renales vivos.
Ernesto Bejarano, fue detectado con insuficiencia renal hace 12 años, sus primer donador: su padre. Después de 11 años, recibió la noticia de que el riñón comenzó a fallar. Ante está situación fue su hermana Gabriela Bejarano quien se sometió a los estudios de compatibilidad y el pasado mes de octubre de 2018 le brindó a su hermano una nueva oportunidad de vida.
" Feliz de haber podido ayudar a mi hermano, los donadores no sufrimos gran cosa? El sector salud obviamente es muy negligente".
Por su parte, Ernesto, de 45 años de edad quien desde hace alrededor de 6 años reside en Querétaro, recibió la donación por parte de su hermana. Asegura que lo más difícil es el momento en el que se detecta la insuficiencia renal; en su caso, se desconoce cuál fue el motivo que originó el padecimiento. Después de ser sometido al proceso de hemodiálisis, el sector salud le brindó dos opciones: sumarse a la lista de espera o ser beneficiado por un donador en vida.
"Ahorita tengo 3 meses y medio que me trasplantaron y pues me cambia la vida, ya regresé a trabajar, estoy haciendo mi vida casi ya como la venía haciendo antes de enfermarme".
En México se ha observado un incremento de donador de riñón vivo. El 88 por ciento de los trasplantes que se realizan en el país son a través de un donador vivo. Sin embargo, la lista de espera asciende a 14 mil pacientes.
Jaime Bojorquez, originario de San Blas se le diagnosticó insuficiencia renal después de un accidente que tuvo mientras conducía, como consecuencia de los estudios de rutina, así pudieron identificar el padecimiento; desde ese momento inició el proceso para trasplante, dando como resultado su hermano menor con una compatibilidad del 100 por ciento. Fue en Agosto de 2006 cuando se realizó la intervención con resultados exitosos, que permitió a Jaime en menos de dos meses reincoporarse a su vida cotidiana.
"Prácticamente una nueva vida, como quien dice gracias al apoyo de la Asociación Ale que prácticamente me apoyó con el 100 por ciento, mi hermano".
La paciencia y el amor de los donantes en vida le brindó una oportunidad más a Jaime y Ernesto, quienes ahora consideran que han revalorado no solo sus días sino cada segundo que comparten con sus seres queridos.