El sector femenino enfrenta grandes desventajas en el campo laboral, el primero es la discriminación que está ampliamente documentada y se da cuando dos trabajadores idénticamente productivos reciben compensaciones diferentes únicamente por la diferencia de sexo, esto tiene que ver con las normas sociales y los patrones de conducta que las llevan a practicar oficios menos remunerados y con menos trayectoria laboral,según la OCDE las mujeres perciben 16% menos salario que los hombres.
"Estamos preparadas, tenemos que prepararnos las que no estamos para poder aspirar a tener una mejor remuneración por nuestro trabajo" indico Kenia Moreno presidenta de grupo AMMJE
Culturalmente desde pequeñas nos indican las carreras más propicias para la mujer , profesiones flexibles para incursionar en la maternidad, en cambio el hombre es educado para ser proveedor de los recurso, es así como nuestros empleos tienen como objetivo el cuidado de otros.
"Es nuestra función como mujeres, desde inicios de la historia, de que las mujeres somos capaces de eso y mas,que no nos devaluemos, primero que nada siento que tenemos que darnos valor a nosotras mismas"
Las responsabilidades domésticas no se van al incursionar a un trabajo, es así como se suman tres duras jornadas la remunerada, las labores del hogar y el cuidado de las personas que conviven con ella, sumando un total de 11 horas más semanalmente que los varones.
"Si tuviéramos esas facilidades también las mujeres, que se hicieran este tipo de políticas de que si soy profesional,hago esto pero tambien si tengo hijos tengo algo que me den ese apoyo, yo creo que cuando sucede eso en las empresas , las mujeres dan todo "
Es por ello que se ven obligadas a implementar sus propios ingresos en trabajos informales que les permitan compartir su tiempo , por lo tanto no cotizan ni tienen derecho a seguro social.
El 51% de los trabajadores por cuenta propia en el sector informal son mujeres, el 2.5% son empleadoras y 9.2% no recibe remuneración por su trabajo,dos de cada tres mujeres ocupadas son subordinadas y remuneradas.
Según el INEGI el 44.7% de estas mismas trabajadoras no cuenta con acceso a servicios de salud, más de la tercera parte no cuenta con prestaciones y 44.1% labora sin tener un contrato escrito.