La quema de soca es una mala práctica prohibida que se sigue presentando en la región, principalmente en el Valle del Carrizo y pese a los intentos por disminuir esta actividad agrónoma, los agricultores siguen optando por hacer uso del fuego para deshacerse de los restos de sus cultivos.
Manuel Rodríguez Soto, director de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente del municipio de Ahome, señaló que se han hecho reuniones con agricultores para explicar las consecuencias de esta práctica que daña no solo al medio ambiente sino también al empobrecimiento de nutrientes en sus terrenos.
En este tema, dijo que la quema de soca produce un fenómeno llamado isoterma, que es una barrera térmica que no permite que la humedad se penetre en el valle, negando la oportunidad de lluvias en la región.
Contó que hay inspectores que diariamente están levantando actas administrativas para aplicar multas correspondientes por quemar soca, añadiendo que esta práctica está penalizada con una multa de 15 a 30 mil pesos por predio e incluso se castiga hasta con 6 años de cárcel.