La fiscal de justicia de Sinaloa, Sara Bruna Quiñonez Estrada, presentó su renuncia ante el Congreso del Estado luego de que la Fiscalía General de la República señalara inconsistencias en la investigación del asesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda, hecho ocurrido el 25 de julio en Culiacán.
Mediante la red social X, el gobernador, Rubén Rocha Moya, aceptó de hecho la renuncia. El texto dice lo siguiente: Reconozco la decisión responsable de la Señora Fiscal General del Estado de Sinaloa, licenciada Sara Bruna Quiñonez (@quinonez_bruna), al presentar ante el @congresosinaloa , su renuncia voluntaria al cargo. Sé que lo hace honrando la honorabilidad que le caracteriza, para que se atiendan a plenitud las observaciones que la @FGRMexico ha formulado, en relación a la investigación del caso del homicidio del ex rector Héctor Cuén.
En un comunicado dado a conocer ayer la FGR señaló que encontró inconsistencias e irregularidades cometidas por personal investigador de la Fiscalía de Justicia de Sinaloa durante la investigación del homicidio de Héctor Melesio Cuén Ojeda, ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, ocurrido en Culiacán el 25 de julio mismo día que fue capturado en Estados Unidos el narcotraficante Ismael "El Mayo" Zambada y Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín Guzmán Loera, alias "EL Chapo". Entre los principales hallazgos encontraron que el cuerpo de Cuén Ojeda tiene un fuerte hematoma en la cabeza, y encontraron rastros de sangre en la batea de la caja de la camioneta Raptor 2024, y sobre esto no hay ni peritajes, ni determinaciones al respecto.
La Fiscalía General de la República informó que obtuvo copia autenticada de la carpeta de investigación local de Sinaloa; y, al respecto, los peritos y analistas de la AIC-FGR han reportado lo siguiente:
- Que en la necropsia no se establecen de forma correcta, los signos cadavéricos inmediatos, temperatura, signos tanatológicos, livideces, ni la descripción correcta y evolución que tuvo el cuerpo.
- Que el cuerpo tiene un fuerte hematoma en la cabeza.
- Que el cuerpo recibió cuatro disparos en las piernas.
- Que el video de la gasolinera tiene sonido y sólo se escucha un disparo.
- Que los tres empleados de la gasolinera no refieren haber escuchado disparos.
- Que no se identifica con precisión la fisionomía de los ocupantes de la camioneta.
- Que no hay mecánica de hechos del evento.
- Que no se procesó criminalísticamente el lugar de los hechos, ni el vehículo.
- Que, habiendo manchas de sangre humana en la batea de la camioneta, no hay ni peritajes, ni determinaciones al respecto.
- Que tampoco se cumplieron, por parte de todas las autoridades involucradas, las medidas de preservación del cuerpo, permitiéndose una incineración que es contraria a las prácticas criminalísticas sobre investigación de homicidios.