La agricultura es una de las principales actividades económicas en la región norte de Sinaloa , sin embargo este año la demanda de mano de obra se verá nuevamente afectada de manera importante debido a la restricción de siembra tras la crisis de agua por sequía.
Uno de los cultivos con mayor demanda de mano de obra es la papa, cada temporada durante la cosecha se emplean más de 400 mil jornaleros , así mismo los cortes de legumbres es otra de las actividades que viene a generar más de 8 mil empleos en las labores del campo.
Pero no solo es durante la cosecha cuando se requiere de mano de obra si no también durante la siembra, los riegos y la aplicación de fertilizantes.
" Sí al agricultor le va mal al estado de Sinaloa le va a ir mal en todo lo que conlleva esta cadena empresarial que depende de la agricultura "
De acuerdo con el INEGI en el segundo trimestre del 2023 había 6.58 millones de personas ocupadas en el sector primario, una diferencia importante en relación con el segundo trimestre del 2024 donde el registro fue de 6.24 millones de personas ocupadas en ese sector, lo que implica una reducción de 348 mil 278 personas que dejaron de trabajar en esta actividad.
"El maíz por ejemplo no sabemos aún el precio que va a tener, hay una serie de situaciones que dañan la economía en los ejidos por que no hay mucha mano de obra"
Para este ciclo agrícola Otoño-Invierno 2024/2025 el Consejo Estatal de Desarrollo Rural Sustentable aprobó por unanimidad el plan tentativo de siembras el cual contempla la siembra de 490 mil hectáreas en todo Sinaloa, predominando el cultivo de maíz con 295 mil hectáreas, esta decisión se basa en el volumen de almacenamiento de las presas, que, al 29 de septiembre, se encontraba en un promedio del 31.7%.
" Hay módulos que están autorizando de un 30 a un 40 por ciento de la superficie a sembrar, es decir que de 10 hectáreas solo pueden sembrar 3 o 4 hectáreas , si esta complicado para el cultivo de maíz ya que es un cultivo de alta demanda de agua"
La Secretaría de Agricultura y Ganadería, propone para maíz amarillo una superficie de 10 mil hectáreas, con una producción estimada de 10 mil toneladas.
Para el frijol, un área de cultivo de 60 mil hectáreas, que arrojarían tentativamente una cosecha de 120 mil toneladas.
Para el sorgo, una superficie de 30 mil hectáreas, y una producción de 255 mil toneladas.
Para el trigo, un área similar de 30 mil hectáreas, y una cosecha estimada en 174 mil toneladas.
Para el garbanzo, una superficie de 60 mil hectáreas y una producción de 132 mil toneladas.
Para el cártamo, un área de 5 mil hectáreas, con una cosecha tentativa por el orden de las 11 mil 500 toneladas.