*Cuando el se graduó como ingeniero Agrónomo no había en el valle abejas suficientes para la polinización en campos agrícolas, 36 años después ha hecho una gran labor para que, gracias a estos insectos se produzca hortaliza de calidad y en cantidad*
Guasave.- Ricardo Villanueva Cervantes es ingeniero Agrónomo y Apicultor desde 1985. Desde hace 36 años se dedica al cuidado y preservación de este insecto. Actualmente tiene 250 colmenas.
Cuando él se recibió como ingeniero Agrónomo no había abejas suficientes en este valle, y aunque muchos no lo saben, la labor de ellas en la agricultura es imprescindible. En ese entonces no abastecían a los agricultores para la polinización de cultivos. La actividad la aprendió en la escuela secundaria ETA.
Sin las abejas no se produce ni calidad ni cantidad de frutas, señala, la vida depende de estas pequeñas pero muy productivas criaturas, sostiene.
Ricardo tiene clientes productores que trabajan con el desde hace más de 15 años, contribuye a la economía del municipio, pues gracias a lo que él hace se produce en la región hortalizas, frutas, legumbres y granos de excelente calidad.
Cómo dato adicional señala que ahora que el cultivo de arándano en la región ha venido ganando espacios el renta hasta 10 cajas o colmenas por cultivo, para que estás hagan el trabajo de polinización. Ellas no saben que están trabajando sólo siguen sus instintos, resalta.
Por parte de Protección Civil Guasave han encontrado buenos aliados, ya que cuando la ciudadanía les reporta la presencia de un panal, ellos le avisan para que acudan al rescate, pero no solo eso, las cuidan porque son oro, los núcleos de abeja cuesta entre 900 y mil pesos los núcleos de familias chicas.
Macario Gaxiola Castro, quien es director del Instituto Municipal de Protección Civil en Guasave, señala que en esta temporada, que es de alta incidencia, tienen hasta 8 reportes por presencia de estos animalitos al día. En ese sentido dijo ellos buscan atacar el problema de la forma más responsable, que es precisamente dar aviso a apicultores expertos, como Ricardo, para que atiendan el llamado y se evite maltratar al insecto.