El Gobierno alemán anunció que a partir de este domingo habrá un reforzamiento de controles fronterizos con República Checa y Austria, a fin de evitar que las nuevas variantes del COVID-19 ingresen al país.
De acuerdo con el Gobierno, al país sólo pueden ingresar ciudadanos alemanes o con residencia fija en el país, así como personas que atestigüen otras razones familiares o laborales, además de trabajadores trasnacionales, personal sanitario y transportistas de mercancías.
Por ello, se decidió implantar estos controles ante la alta incidencia de nuevos contagios en esos países vecinos. El pasado miércoles, la canciller Angela Merkel y los poderes regionales prolongaron hasta el 7 de marzo el cierre de la vida pública -es decir, todo los sectores restaurantero y ocio, la cultura y el comercio no esencial- ante el temor a la propagación de las nuevas variantes.