Después de la pandemia muchos mitos salieron a la luz, pero la falta de información generó varios rumores entre ellos dolores en las rodillas de los adultos mayores. La pandemia de COVID-19 ha generado una gran cantidad de información y desinformación sobre las vacunas y sus efectos secundarios. Es importante analizar los datos y las fuentes científicas para separar los hechos de los mitos. En cuanto a los efectos secundarios de las vacunas contra la COVID-19, es cierto que algunas personas han experimentado reacciones adversas, como dolor en el lugar de la inyección, fiebre, cansancio y dolor muscular. Sin embargo según la información que se tiene, la mayoría de estos efectos secundarios son leves y temporales. Pero en cuanto a las complicaciones de la rodilla en personas adultas mayores después de la vacunación, no hay evidencia científica que sugiera una relación causal entre las vacunas y problemas de rodilla. De hecho, varios estudios han investigado la seguridad de las vacunas contra la COVID-19 en personas adultas mayores y no han encontrado evidencia de un aumento en el riesgo de problemas de rodilla o otras complicaciones musculoesqueléticas. Un estudio publicado por la revista Journal of de Orthopedic y Sports Physical Therapy encontró que el 25 por ciento de los adultos experimentan dolor en la rodilla al menos una vez al año. Según la Organización Mundial de la Salud, la osteoartritis que es una de las causas más comunes de dolor y problemas en la rodilla afectaba el 10 por ciento de la población mundial mayor 60 años y esto antes de la pandemia. El sobrepeso u obesidad, las enfermedades degenerativas la falta de actividad física pueden tener impacto en las rodillas de los adultos mayores.