Debido al aumento de casos de Covid-19, a partir de las 12:00 de la noche de este viernes y al menos hasta el 1 de diciembre, habrá un confinamiento nacional en toda Francia, así lo informó el presidente Emmanuel Macron.
Los bares, restaurantes y negocios no esenciales cerrarán, sin embargo, las escuelas permanecerán abiertas.
Los franceses podrán seguir acudiendo a su trabajo, estarán prohibidos todos los desplazamientos entre regiones.
"Después de sopesar los pros y los contras, decidí que era necesario volver, a partir del viernes, a un encierro que permita detener el virus", dijo el mandatario, tras reconocer que están "desbordados con la segunda ola, que será más dura y mortal que la primera".
También se permitirán las visitas a los centros para personas dependientes y a las residencias de ancianos, así como ir a una cita médica o de compras al supermercado.
El regreso a casa para los viajeros franceses, que se encuentran de vacaciones será posible solo hasta el domingo, 1 de noviembre. Los viajeros de otros países también deberán salir del país, si así lo desean antes de ese día.
Los cementerios "permanecerán abiertos" el Día de Todos los Santos, pues el Gobierno quiere que se pueda "seguir enterrando a nuestros seres queridos con dignidad".
Cada 15 días el gobierno realizará una evaluación para adecuar las medidas y, en caso de mejora, "poder abrir ciertos negocios".