El fenómeno de la migración es un tema complejo que afecta a todos, desde los migrantes, países, las familias, todo influye en la sociedad, sus consecuencias son varias que acarrea varias problemáticas sobre todo en las ciudades fronterizas. La separación de familias debido a la migración y las deportaciones es un problema grave que afecta a miles de personas en Estados Unidos y en otros países. Según datos del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, entre 2017 y 2018, mas de 200,000 padres y madres fueron separados de sus hijos en la frontera entre Estados Unidos y México. Además, según un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 2019, más de 400,000 personas fueron deportadas de Estados Unidos, lo que representa un aumento del 10% con respecto al año anterior. La separación de familias puede tener consecuencias graves para la salud mental y emocional de los niños y adultos afectados. Algunos de los efectos incluyen, estrés, ansiedad, depresión, problemas de sueño, de alimentación, dificultades para concentrarse, sentimientos de culpa y vergüenza. Durante el primer período de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, se produjeron cambios significativos en las políticas de inmigración y deportación de su país. Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos, en 2017, el número de migrantes detenidos en la frontera entre Estados Unidos y México fue de alrededor de 300,000, la cifra mas baja desde 1971. En 2018, los detenidos fueron alrededor de 400,000. Pero más allá de los números y estadísticas la realidad que enfrentas las personas deportadas les cambia la vida y en algunos casos son graves las consecuencias. La separación de las familias no es solo un problema para los migrantes, sino también para la sociedad en general, ya que puede tener consecuencias negativas para la economía, la educación y la salud pública.