Detrás de la "defensa del agua de las presas de chihuahua" hay una crisis trágica por las sequías históricas, que desde 1960 han cobrado la vida de más de setenta personas, han generado afectaciones en más de 200 mil hectáreas de cultivos y han matado a más de dos millones de cabezas de ganado.
Lejos de los tintes políticos, chihuahua, junto con los estados vecinos, enfrenta la desesperación permanente de no saber si tendrán este líquido para sus actividades.
Un estudio realizado por la comisión nacional del agua y el colegio de posgraduados de la universidad de Chapingo, en el que se analizaron datos hidrológicos y meteorológicos desde 1945, concluye que la lluvia en esta región del país no sigue un patrón definido y que persisten periodos de escasez.
La falta de lluvia o sequia meteorológica, ocurre cada 15 meses y dura en promedio entre seis y nueve meses, sin embargo, hay periodos de hasta 48 meses sin lluvia.
En torno a la sequía hidrológica o falta de este recurso en las presas, se registra en 2 de cada 3 años, con déficits que alcanzan hasta el 92 por ciento, registrando periodos secos de 1 a 8 años consecutivos.
En el periodo estudiado, se han registrado sequias históricas en 1951 y 1994, cuando las aportaciones a las presas cayeron más de 80 por ciento; y desde la última las condiciones no han mejorado, por lo cual los ciclos agrícolas se redujeron de tres al año a solamente uno y las presas dejaron de permanecer abiertas y se cierran durante cinco meses, con el objetivo de almacenar el líquido y garantizar agua al inicio del ciclo agrícola, en marzo.
Los productores agrícolas, se oponen a la extracción en las presas porque estaría en riesgo el agua para el próximo año.
Jorge Aldana, Presidente de la Asociación Agrícola Camargo, en Chihuahua dijo que luchan para tener un poco de agua para 2021. "El ciclo 2020, nosotros sabíamos que estaba asegurado, desde 2019, cuando nosotros hacemos nuestro plan de riegos, porque sabemos lo que tenemos en presas. Lo que nosotros estamos buscando es que en 2021 tengamos algo para los productores, porque será una sobrevivencia para 2021, con lo que tenemos vamos a tener que regar alrededor de un 30 por ciento de todo el ?hectareaje? que tenemos aquí.
Desde enero a julio de este año, el estado fue padeciendo sequia anormal, moderada, severa y extrema; y desde agosto más de la mitad sufre sequia excepcional, incluso el gobierno estatal solicitó declaratoria de emergencia para 52 de los 67 municipios.
Seis de las 10 presas están por debajo del 50 por ciento de su capacidad, una está por debajo del 40 por ciento y tres, incluida la boquilla, están por debajo del 20 por ciento. La temporada de lluvias está comenzando, pero no se sabe cuánto lloverá.
Del agua de río conchos se riegan 92 mil hectáreas de nogal, alfalfa, maíz y algodón, de la cual dependen 11 mil 725 productores agrícolas.
Lo que temen los productores agrícolas ya ocurrió, en el año agrícola 1994-1995, en el distrito de riego 005 de delicias, no se abrieron las presas por no alcanzar los niveles mínimos de operación, afectando la producción agrícola, lo que impactó negativamente en la economía de la región? entre los efectos secundarios asociados destaca el desabasto de insumos alimenticios, la disminución de la demanda de insumos y servicios para la producción, el desempleo y la migración.
En 1992 disminuyeron los mantos acuíferos, entre 1993 y 1994 70 personas fallecieron por deshidratación y se perdió más del 70 por ciento del hato ganadero, en 1995 se perdieron 135 mil reses, en 1998 perecieron un millón de cabezas de ganado, en 2000 siguió muriendo el ganado, desaparecen mantos freáticos y estallaron incendios, en 2003 hubo daños en 200 mil hectáreas y se perdieron 900 mil cabezas de ganado. Desde 2011 todos los años algunos municipios han sido declarados en emergencia.