Para los pescadores y buzos del puerto de Yavaros, Don Guadalupe Bustamante, se ha convertido en su mayor aliado en la lucha contra los peligros del mar, específicamente los tiburones.
Desde hace dos años, Don Lupe fabrica jaulas antitiburón, una herramienta que ofrece seguridad y esperanza a más de 100 buzos que enfrentan los riesgos diarios en su búsqueda de sustento.
"Esto empezó por la necesidad de los pescadores, había mucho temor por los tiburones, y todos querían una jaula, hasta ahora he hecho más de 20, cada una con un costo de 2 mil pesos", narró Don Lupe, quien ha visto cómo su ingenio se convierte en una barrera entre la vida y la muerte para los hombres del mar.
La demanda por sus jaulas no se ha limitado a Yavaros; pescadores de otros puertos también han solicitado su ayuda, evidenciando la magnitud del problema, sin embargo, la solución que ofrece Don Lupe ha encontrado un obstáculo inesperado: las leyes de protección ambiental.
En una reciente reunión con autoridades, se advirtió que las jaulas podrían herir o matar a los tiburones, lo que transformaría a los buzos en victimarios según la legislación vigente, las sanciones podrían ser severas, incluyendo penas de hasta siete años de prisión para quienes pongan en riesgo a esta especie protegida.
"Es increíble que nos quieran castigar por proteger nuestras vidas, parece que al gobierno le interesa más la vida de un tiburón que la de un ser humano", criticó Ramón Valenzuela, líder de la cooperativa pesquera Loma Parda. Valenzuela señaló que, en los últimos años, tres buzos han perdido la vida en los puertos pesqueros del sur de Sonora, tragedias que podrían evitarse con medidas preventivas como las jaulas.
En un puerto donde la lucha por sobrevivir es constante, Don Lupe se mantiene como un faro de esperanza para los pescadores de Yavaros, enfrentando no solo los peligros del océano, sino también las complejidades de la ley.