Al menos en los dos últimos sexenios los gabinetes padecieron de la experiencia, talento y conocimiento de la función pública y la honradez en la vida pública.
Servidores públicos nadaron de a muertito como fue el caso del Secretario de Economía, Ovidio Cortázar Ramos, tránsfuga del panismo chiapaneco, se cuela al gabinete de Manuel Velasco Coello como miembro del equipo de transición de este gobierno y posteriormente secretario de Economía
Dicha secretaría no erogó ningún tipo de recursos para impulsar este sector. Pero eso sí, la dependencia pagó bien a sus proveedores, 58 millones de pesos en el 2013 y más de 49 millones en el 2014.
Otro caso es el de Andrés Carballo Bustamante, ex presidente municipal en dos ocasiones de Pichucalco, quien a su llegada al Instituto Estatal del Agua dio posesión como funcionarios del Instituto a siete personas originarias de su municipio, seguramente para pago de facturas políticas locales durante la administración de Juan Sabines Guerrero, Gobernador de Chiapas.
Además, el Instituto, tiene como clasificada como reservada y confidencial para evitar "conflictos sociales y políticos", la información sobre estudios de la calidad del agua que se realizaron a San Cristóbal de las Casas en el 2010 y el 2011. Pero comenta que Coca Cola FEMSA en San Cristóbal cuenta con permiso de utilización del agua.
En el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes, a cargo de otro panista, Juan Carlos Cal y Mayor Franco, los problemas están a la orden del día con una auditoría en curso sobre los festivales Cervantino Barroco, Matías de Córdova y Enoch Cancino Casahonda de los años 2012, 2013 y 2014.
Otro caso es el de Navor Francisco Ballinas Morales, Rector de la Universidad Politécnica, el cual sin conocérsele carrera académica se ha sostenido en la rectoría de esta institución en donde tiene asignado un vehículo con diez mil pesos de gasolina mensuales y ha gastado cantidades estratosféricas en boletos de avión.
Hablar de la clase política chiapaneca es hablar sobre los niveles de corrupción y de desaseo en la administración pública estatal.
El Combate a la corrupción ha sido el discurso prominente del presidente Andrés Manuel López Obrados, Sin embargo, muchos personajes políticos chiapanecos siguen incrustados en la administración federal bajo el amparo de la Cuarta Transformación. Como bien dice el ejecutivo federal no sólo es aplicar justicia, sino que se recupere lo perdido, entonces que pasa en Chiapas.
"En el caso de señor Lozoya y de otros casos el exgobernador de Chihuahua, Duarte, García Luna, no solo es hacer justicia que no haya impunidad, sino también recuperar los bienes del pueblo de México bienes de procedencia ilícita entonces nos interesa tres cosas en todos estos casos"
El último caso es el de Juan Pablo Montes de Oca Avendaño y de su tocayo Juan Pablo Orantes Coello en la Secretaría de Infraestructura y documentado por el periodista Isaín Mandujano, corresponsal del semanario PROCESO.
De este último se comenta que en su oportunidad organizó una fiesta en donde tiró la casa por la ventana. La fiesta fue realizada por un motivo bastante extraño, frívolo pero comprensible: festejaba la generación de sus primeros 500 millones de pesos al amparo del poder.
O el caso de Francisco Ortega Farrera, ex secretario de Salud, quién colapso el sistema de salud en Chiapas por los desvíos millonarios, según la Auditoria, manejo 948 millones de pesos de forma irregular por que la entidad no realizó registros específicos del presupuesto de ese año.
Claro, así como los anteriores está también Yassir Vázquez, ex alcalde de Tuxtla Gutiérrez y que, aunque usted no lo crea gozan de impunidad, como los mismos Ex Gobernadores de Chiapas, Juan Sabines Guerrero, Cónsul de México en Orlando, Florida y Manuel Velasco Coello, actual senador de la República.