Con profunda tristeza, se llevó a cabo el último adiós a Jesús Enrique García Álvarez, un joven que estuvo desaparecido por más de nueve meses y cuyos restos fueron localizados por su madre, Chuyita Álvarez, en una búsqueda junto al Colectivo Guerreras Buscadoras de Cajeme. El hallazgo tuvo lugar el pasado 27 de noviembre en una fosa clandestina en Villa Bonita, Cajeme, Sonora.
A través de redes sociales, Chuyita compartió la desgarradora experiencia de encontrar a su hijo: "Mi niño hermoso, te encontramos. Fue horrible verte así... Me quería morir al verte en esa fosa donde te enterraron. Ahora tendré un lugar donde llorarte, mi amor".
La identificación de los restos, confirmada por pruebas de ADN, marcó el cierre de una etapa de incertidumbre para la familia, que agradeció al colectivo su apoyo incansable. La madre destacó que, aunque el hallazgo fue doloroso, cumplió la promesa de encontrar a su hijo y brindarle un lugar digno de descanso.
Este caso refleja el dolor y la fortaleza de las familias que buscan a sus seres queridos desaparecidos, enfrentando desafíos para recuperar un poco de paz.