Según el Monitor de Sequía en México, el Estado de Sonora registra afectaciones en el 98 por ciento de su territorio, lo cual desapareció la pastura en los Valles, el principal alimento del ganado.
Esta situación provocó la pérdida del 40 por ciento del hato ganadero en Sonora, lo cual asciende a poco más de 600 mil cabezas de ganado, generando pérdidas económicas de hasta ocho mil millones de pesos.
La situación no termina ahí, y es que para mitigar los daños de la mortandad o reducir los costos por mantenimiento, los productores se ven obligados a vender hasta el 50 por ciento de su ganado, lo cual aumentó hasta en un 60 por ciento la exportación de ganado en Sonora.
Tal es el caso de la señora Alicia, habitante de la comunidad de Tesia, en el municipio de Navojoa, quien tuvo que desalojar parte de su ganado debido a que no tenía dinero para conseguir alimento.
Esto ha puesto en riesgo la futura producción de carne y productos derivados de la leche, ya que según líderes ganaderos, en el mejor de los casos, Sonora tardará hasta ocho años para reponer su hato ganadero.
El 80 por ciento de los municipios en Sonora se dedican a la ganadería, por lo que en caso de no presentarse la temporada de lluvias en el mes de junio, más de 35 mil familias enfrentarán una de las peores crisis económicas en los últimos años.