Si bien "Nora" no representó riesgo para el destino, el puerto tuvo que permanecer cerrado a la navegación por oleaje elevado y fuertes ráfagas de viento. Esta situación afecta de forma considerable a la pesca deportiva y a lo prestadores de servicios náuticos, los cuales estiman que al suspender sus actividades durante un día, llegan a perder 2.8 millones de dólares.