Se cumplen dos años del cierre de Ponguinguiola

El abandono y el olvido han consumido lo que una vez fue un símbolo de comunidad y servicio en Ponguinguiola. El Centro Comunitario Ponguinguiola, que durante 23 años ofreció una amplia gama de programas y servicios a la comunidad, ahora yace en ruinas, convertido en un edificio a la venta que poco a poco es devorado por el tiempo.

La nostalgia invade el lugar donde una vez se encontraba un huerto orgánico, ahora cubierto por láminas publicitarias. El jardín de captación de lluvia, que fue un ejemplo de cuidado del medio ambiente, ahora está lleno de basura y solo algunas plantas sobreviven sin los cuidados necesarios.

En su momento, el centro comunitario ofreció una biblioteca pública con un acervo de 9 mil libros, fisioterapia, campamentos infantiles, actividades lúdicas, reciclaje, nutrición y más. Durante los últimos 6 años, el centro colaboró con más de 520 empresas, 126 organizaciones de la sociedad civil, 558 instituciones educativas y más de 11 mil personas de la comunidad.

Sin embargo, en 2023, el centro comunitario cerró sus puertas y regresó a ser propiedad privada. Ahora, solo queda un edificio vacío y en decadencia, un recordatorio de lo que una vez fue un lugar de encuentro y servicio para la comunidad.

La venta del edificio ha generado un sentimiento de pérdida entre los residentes de la zona, quienes recuerdan con nostalgia los buenos momentos que vivieron en el centro comunitario. Aunque el edificio puede ser vendido, los recuerdos y la nostalgia por lo que una vez fue un lugar de comunidad y servicio permanecerán vivos en la memoria de quienes lo conocieron.