Entre lágrimas, aplausos y música rock, familiares y amigos sepultaron los restos de Paola y Dilan Mendoza, víctimas del derrumbe en el Cerro del Chiquihuite en Tlalnepantla, Estado de México.
Fueron sepultados en la misma fosa, primero entró el féretro de la joven madre de 22 años y encima de ella el de su pequeño hijo de cinco años, en una especie de abrazo eterno.
En ese panteón también esta sepultada la pequeña Mia Mayrin, hija menor de Paola quien también murió en el derrumbe registrado el viernes 10 de septiembre.
"Fueron once días de desesperación, primero de pensar que estaban atrapados bajo las rocas con vida, después al paso de los días perdimos la esperanza de que estuvieran vivos, pero queríamos rescatar sus cuerpos para ver qué habían dejado de sufrir y despedirlos", dijo María de La Luz, tía de Paola.