Ya está terminado el hermoso mural que plasma la cultura yaqui, ubicado por la calle Miguel Alemán y 200.
En estas imágenes se puede apreciar como luce el resultado final. Se trata de un mural muy especial pues retrata leyendas claves de la etnia yaqui.
Una de las historias plasmadas es la del sapo Bobok, que salvó a los yaquis de la fuerte sequía de sus territorios. Cuenta la leyenda que la tribu recurrió a los animales para comunicarse con el dios de la lluvia, Yuku. Dos emisarios fallaron, el gorrión y la golondrina. Fue finalmente el sapo bobok quien obtuvo alas de murciélago y sobrevoló las nubes y con su croar engañaba a los Dioses que enviaban más agua para matarlo. Así llegó acompañado de la lluvia ante el pueblo yaqui. Desde entonces, al Sapo Bobok se le considera el más apropiado para solicitar a los Dioses el agua.
Otra leyenda es la del chapulín brujo, un árbol profeta advirtió a los pueblos yaquis que vendría un fuerte enemigo: la gran serpiente. Tras perder 2 batallas, la etnia envió una golondrina a pedir auxilio al chapulín brujo quien finalmente venció a la serpiente de un brutal golpe.
Eso y más puedes encontrar en este gigante mural. Para lo cual fue necesario pedir la aprobación de la tribu yaqui. La obra corrió a cargo de Edda Chávez y su equipo de talentosos pintores.
Este mural mide 870 metros, se invirtieron 480 mil pesos por parte de la secretaría de economía y la realizan artistas locales. Se ubica por las calles miguel alemán entre 200 y 6 de abril, justo en los muros de los antiguos almacenes que fueron construidos en 1957 y que ya forman parte de la historia de Cajeme.
Este mural sigue consolidando a Cajeme como un municipio que se caracteriza por su arte en paredes, incluso se ha convertido en un atractivo turístico por los últimos 10 años.
Y tú, ¿ya los conociste todos?