Tras la marcha por el sexto aniversario de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, un grupo de personas con el rostro cubierto, que se identificó como anarquista y feminista, llegó hasta el Palacio Nacional y pintó la puerta y los muros principales, generando una polémica confrontación.
Entre las pintas destacaron las siguientes frases: "Fue el Estado", "Ni perdón ni olvido", "Justicia", "26 de septiembre", "Obrador maldito" y "+ 43".
Cuando los responsables se retiraban un hombre, quien afirmó que el crimen organizado asesinó a su hijo en el estado de Guerrero, los increpó y con gritos aseguró que "así no es la lucha", que "así no los van a escuchar", que le importaba su hijo, las mujeres asesinadas, los 43 de Ayotzinapa y México, por lo que no podían expresarse así.
Varios anarquistas se acercaron a este hombre para discutir, pero ninguno pudo ganar el debate ante la rabia y el dolor que el hombre mostró por la muerte de su hijo y el sentimiento de observar cómo se afectaba el edificio histórico.