"Triste y enfadada", la adolescente activista sueca, Greta Thunberg, impactó este lunes con toda la rabia en la sede de las Naciones Unidas para recriminar a los líderes mundiales su inacción para revertir la crisis climática y para decirles que los jóvenes sí van a actuar.
Inmediatamente después de su intervención, junto a otros quince niños y jóvenes de distintos países, presentó una queja oficial ante el Comité de Naciones Unidas para los Derechos del Niño, para protestar por la falta de acción de los Gobiernos ante el calentamiento global.
Greta tiene 16 años y hace unos días llegó a los Estados Unidos después de cruzar en velero el Océano Atlántico desde el Reino Unido, con el propósito de no contribuir con las emisiones de carbono que implica un vuelo comercial. Actualmente se encuentra participando en la cumbre climática organizada por la ONU en la ciudad de Nueva York.
Greta ha inspirado a millones de jóvenes a lo largo y ancho del mundo, y ha insistido en que desde hace más de treinta años "los datos científicos son clarísimos" sobre la crisis climática y sus consecuencias devastadoras.