Elementos del Ejército Mexicano y agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) liberaron a más de 100 migrantes que estaban secuestrados en el municipio de Suchiate, Chiapas, en los límites con Guatemala. Este operativo se llevó a cabo tras recibir un reporte anónimo sobre el cautiverio de los migrantes en una casa de la colonia El Rosario. La situación de los migrantes es un reflejo de la creciente crisis humanitaria en la región, donde muchos buscan escapar de la violencia y la pobreza en sus países de origen.
Al llegar al lugar, los agentes y soldados escucharon gritos de auxilio provenientes del inmueble, que contaba con puertas de rejas y techos de lona. Dentro de la casa, encontraron a hombres, mujeres y niños de diversas nacionalidades que afirmaron estar allí en contra de su voluntad. Los presuntos captores lograron huir antes de la llegada de las fuerzas federales, lo que ha generado preocupaciones sobre la impunidad con la que operan estos grupos delictivos en la región.
En total, fueron rescatados al menos 50 hombres, más de 50 mujeres y unos 20 menores de edad, en su mayoría procedentes de Venezuela, Ecuador y Honduras. Este rescate destaca la vulnerabilidad de los migrantes en su travesía hacia el norte, donde muchos son objeto de extorsión y violencia. Según los testimonios de los migrantes, fueron secuestrados poco después de cruzar el río Suchiate, donde sus captores les exigieron entre 200 y 1,000 dólares (20,000 pesos mexicanos) para dejarlos continuar su viaje.
En México, el Instituto Nacional de Migración (INM) revela que aproximadamente el 40% de los migrantes han sido extorsionados por bandas criminales o autoridades durante su viaje.
Los migrantes fueron trasladados a la estación migratoria Siglo XXI en Tapachula para recibir atención humanitaria. Este centro es conocido por albergar a miles de migrantes que buscan regularizar su situación en México o continuar su camino hacia Estados Unidos. Sin embargo, las condiciones en estas estaciones a menudo son precarias, lo que ha llevado a organizaciones de derechos humanos a criticar la falta de recursos y atención adecuada para los migrantes.
El fenómeno migratorio en Chiapas ha aumentado en los últimos años, impulsado por la crisis económica y social en Centroamérica y Venezuela. De acuerdo con el INM, en la última semana se ubicaron alrededor de 4,000 personas indocumentadas en la región. La situación se complica por la presencia de grupos criminales que se aprovechan de la vulnerabilidad de los migrantes, convirtiéndolos en víctimas de secuestros y extorsiones.
Según el Informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de 2023, aproximadamente 60,000 migrantes fueron víctimas de violencia en su viaje hacia Estados Unidos en el último año.
Los migrantes en tránsito por México enfrentan constantes riesgos de extorsión y violencia a manos de grupos delictivos, autoridades corruptas y traficantes de personas. En su recorrido hacia Estados Unidos, muchos de ellos son interceptados por criminales que les exigen dinero a cambio de permitirles continuar su camino. En caso de no cumplir con las demandas económicas, los migrantes son frecuentemente víctimas de secuestros, torturas o incluso asesinatos. Estas agresiones se agravan por la vulnerabilidad de quienes viajan solos, especialmente mujeres y menores de edad, que a menudo sufren violencia sexual y otros tipos de abuso.
Además de los peligros por parte del crimen organizado, los migrantes también enfrentan maltrato por parte de algunos elementos de las fuerzas de seguridad. En lugar de recibir protección, muchos son detenidos arbitrariamente, extorsionados o entregados a traficantes.