Tres años desaparecida, sin ningún avance por parte de las autoridades, hoy su familia necesita respuestas tras la creación del boletín de búsqueda que la Fiscalía de Puebla tardó dos años en generar.
Zaris como le decían sus amigos más cercanos tenía 27 años, era madre, amiga, hermana, hija y esposa, estudió la licenciatura en pedagogía, tenía dos tiendas en línea y le gustaba ayudar a perros en situación de calle.
Su hermana, quien cuenta la historia a través de redes sociales para que su caso no quede impune, relata que Zaris tenía todo el tiempo moretones en el cuerpo.
Todo inicio el 2 de agosto de 2017, "Una mentira es suficiente para poner en duda todas las verdades", esas fueron las palabras de la última publicación en su facebook, al día siguiente, su madre intentó comunicarse con ella sin tener éxito, más tarde el papá de su esposo se comunicó para comentarle que tanto Sarai como Rodolfo, su pareja sentimental, habían peleado la noche anterior cuando iban camino a Tehuacán y que según él, su hija se había bajado de la camioneta y nadie sabía su paradero.
Cansados de la nula respuesta por parte de las autoridades, la familia empezó a indagar, una prima de ella que vivía en Puebla, les comentó que Zaris se había comunicado con ella para visitarla pero nunca llegó como habían acordado en la conversación vía Whatsapp ni respondió posteriormente los mensajes.
Brandon, otro amigo de Sarai relata que ese día su esposo no pasaba por ella, razón por la cual él fue a dejarla a su casa, quien presenció también la discusión y posteriormente se fue.
Al no dar con la joven, la familia realizó la denuncia correspondiente, se entregaron conversaciones, pruebas y en la declaración su esposo dijo que no recordaba dónde la había dejado, cuando catearon la casa en donde vivían, no encontraron supuestamente nada, sin embargo, sus pertenencias como laptop y celular nunca aparecieron.
La familia ha sido amenazada por el simple hecho de buscar justicia en el caso de Saraí, según denuncian la carpeta de investigación está parada desde hace más de un año.
Tras hacer viral el caso, su hermana recibió un mensaje de un amigo de Zaris en donde ella acusaba de violencia familiar, quería divorciarse pero además no quería que él se quedará con el niño.
Los familiares denuncian que existe tráfico de influencias en esta desaparición, ya que hoy su hermana y su madre y todos sus allegados buscan con desesperación a Saraí mientras la familia de su pareja sentimental hace su vida normal como si no hubiera pasado nada hace casi tres años.