21 años tenía Galilea cuando desapareció hace tres, no se sabe nada de su paradero, su tía Conny, recordó que su sobrina fue vista por última vez en noviembre del 2018 cuando se fue a vivir junto con su pareja a la zona de Amozoc, siendo él la persona que influyera para que Galilea cambiará su forma de ser.
"Ella pues ya tenía varios meses viviendo con él, en una relación donde sí un poco conflictiva, no se llevaban bien, el tipo era muy celoso y en dos ocasiones ella se regresó con sus papás y posteriormente él venía por ella y se regresaba".
La pareja de Galilea le prohibió usar las redes sociales, tener teléfono, para poder comunicarse con ella, tenían que hablarle al número de él por lo que se trataba de una relación tormentosa con idas y venidas, sin embargo un día ya no se supo nada de ella.
"En una de esas ocasiones se fue y ya no regresó cuando decidimos buscarla, ir a buscarla en el lugar que ellos vivían, donde ellos rentaban pues la sorpresa para nosotros fue darnos cuenta que la casa ya estaba en renta y que ella ya no vivía ahí".
Tras la situación, la familia buscó a la pareja de Galilea, él desapareció por completo y el panorama se volvió más difícil.
"Pues fue una búsqueda muy difícil porque no teníamos mayores datos solo que tenía una hermana que tenía en tal colonia y a lo que se dedicaba, entonces fueron meses de búsqueda para poder dar con la familia, para cuando llegamos con la familia, el tipo ya tenía otra relación, ya vivía con otra persona, estamos hablando de cuatro meses después de la última vez que vimos a Galilea".
A pesar de que se empezó con la búsqueda, Galilea no ha aparecido, no se tiene rastro alguno de ella y lo peor es que la Fiscalía General del Estado, no ha brindado apoyo para la localización.
"Se levanta la denuncia y lo único que hace Fiscalia pues lo que hacen todos los casos, solo son búsquedas de escritorio, oficios que se tienen que girar a instituciones y pasaron dos años y no había nada, ningún dato, nada que hubieran hecho".
Han sido tres largos años, las búsquedas se han vuelto incesantes, los días son largos y difíciles para la familia quien señalan no existen celebraciones y días especiales cuando se sabe que Galilea no se encuentra en casa.
"La esperanza nunca va a terminar, el tener ya sea la presencia de la persona o el cuerpo porque nosotros como familiares que estamos activos en el colectivo ya hemos perdido el miedo y hemos perdido ese sentir de sea como sea pero hasta encontrarle".