Se siente horrible, se siente horrible, ahora que entré pues me dieron hasta ganas de llorar porque tengo las fotos de mis papás, les digo: papi, mami, pídanle a Dios de que estemos bien, porque lo principal es que estemos a salvo.
Así, es como lucía la calle 2 poniente la tarde del martes 25 de enero; sin embargo, la fuga de gas que ocasionó la explosión, trajo consigo que al menos media centenar de vecinos se vieran afectados; pues en el inmueble de color rosa que se encuentra al lado de lo hechos era una vecindad, la cual ahora están deshabitando, debido a que algunas casa están afectadas.
"Siento horrible porque nunca me imaginé estar en una situación así pero doy gracias a Dios de que estamos vivos y sanos, toda mi familia"
Con lágrimas, sentimientos encontrados y preocupación, es como se encuentran varias familias, quienes están desalojando sus viviendas llevando sus objetos personales en bolsas de basura, cobijas amarradas, mochilas y en las manos.
Entre ellas la de Monse, quien menciona que su casa tiene algunas cuarteaduras y hasta el momento no tienen idea cuando puedan volver a su vivienda, por lo que el día de hoy ingresaron para sacar documentos, ropa y objetos de valor que temen perder.
"En su caso, mencionó que aprovecharía entrar a su hogar para sacar los útiles de sus pequeñas, quienes ya no volvieron a clases desde el día de ayer por lo sucedido"
Estos útiles no han ido a la escuela, todos sus útiles están acá, no pueden asistir, ya se les habló a las escuelas y ya nos dieron permiso y autorización, nos van a mandar las actividades que tengan que hacer y que ese aspecto no hay ningún problema.
Es importante mencionar que debido a la preocupación que tienen por los daños en sus casas, ellos ya interpusieron la denuncia correspondiente con la finalidad de esperar que alguien responda por lo sucedido y no se queden sin un patrimonio.
"Ya se hizo y fue el día de ayer, solo queda esperar pero ya está levantada el acta"
Hay que resaltar, que muchas de estas familias intentan resignarse ante lo sucedido; sin embargo, les duele dejar sus casas y recuerdos que se formaron en ellas sin tener en claro la fecha en puedan regresar con tranquilidad al lugar que ellos llaman hogar.