Producción para el Bienestar alcanza inversión récord
En 2024, el programa Producción para el Bienestar logró un alcance sin precedentes, beneficiando a más de 2 millones de pequeños y medianos productores distribuidos en las 32 entidades de México
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural invirtió más de 15,200 millones de pesos en este programa, destinando los recursos a cultivos estratégicos como maíz, frijol, trigo, arroz, amaranto, chía, caña de azúcar, café, cacao, nopal y miel. Estos productos no solo representan una base esencial para la alimentación nacional, sino también el sustento económico de miles de familias campesinas.
El alcance del programa fue extenso: se atendieron más de 6 millones de hectáreas y casi 900,000 colmenas, impulsando tanto el desarrollo agrícola como el apícola en diversas regiones del país. Los apoyos económicos se canalizaron hacia la adquisición de insumos como semillas mejoradas, herramientas agrícolas y el fortalecimiento de la infraestructura, lo que permitió a los productores incrementar sus rendimientos de manera significativa.
A finales de 2024, la Secretaría continuó entregando pagos pendientes por más de 1,482 millones de pesos, a través de las Tarjetas del Bienestar. Este esfuerzo benefició a 176,000 productores adicionales, principalmente en estados como Chihuahua, Sinaloa, Nayarit, Tlaxcala, Querétaro, Coahuila y Sonora.
Este programa, respaldado por el Gobierno Federal, se diseñó para fortalecer la producción agrícola mediante la entrega de apoyos económicos directos y sin intermediarios, garantizando así una distribución eficiente y transparente
El sector agrícola representa uno de los pilares de la economía de México, aportando alrededor del 2.2% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que equivale a un valor cercano a los 627,000 millones de pesos. Además, más de 6.3 millones de personas trabajan en este sector, desempeñándose en actividades clave para garantizar la seguridad alimentaria del país.
Sin embargo, los agricultores enfrentan múltiples desafíos. El alto costo de insumos y servicios afecta a más del 73% de las unidades de producción, complicando la viabilidad económica de muchos pequeños y medianos productores. La degradación de suelos por prácticas intensivas y el uso inadecuado de agroquímicos es otro problema que reduce significativamente la fertilidad y los rendimientos. A esto se suma la escasez de agua, que amenaza la sostenibilidad de los cultivos en regiones donde el riego es indispensable.
Además de estos problemas estructurales, el sector rural enfrenta riesgos adicionales, como la inseguridad. En regiones como Michoacán, grupos delictivos han incrementado la presión sobre los agricultores, exigiendo pagos por protección o apropiándose de cultivos, lo que dificulta aún más la operación de los productores
Con miras a 2025, el Gobierno de México implementará el programa Cosechando Soberanía, que tiene como objetivo aumentar la producción de alimentos básicos en municipios con altos índices de pobreza. Este proyecto incluirá acompañamiento técnico y apoyo a la comercialización, permitiendo que los pequeños productores no solo cultiven más, sino que accedan a mejores mercados para vender sus productos.