El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, acudió este miércoles a la Corte Suprema para solicitar la cancelación de la sentencia que se dará a conocer el próximo viernes en el caso en el que fue hallado culpable de pagar para silenciar acusaciones en su contra.
Este caso, que ha captado la atención nacional, incluye 34 cargos graves de falsificación de documentos empresariales, según el fallo del juez Juan M. Merchan en mayo pasado.
En su petición, los abogados de Trump argumentaron que la sentencia podría causar "graves injusticias" y dañar tanto la institución de la Presidencia como las operaciones del gobierno federal. Además, enfatizaron que la evidencia utilizada durante el juicio debió estar protegida por la inmunidad presidencial, una protección previamente reconocida por la Corte Suprema en otros casos, aunque no específicamente en este.
El juez Merchan, quien presidió el juicio, adelantó que no impondrá tiempo en prisión, multas ni libertad condicional a Trump. Sin embargo, la decisión formal se emitirá este viernes, a menos que la Corte Suprema intervenga.
La solicitud de Trump a la máxima Corte llega después de que los tribunales de Nueva York rechazaran posponer la sentencia. En respuesta, la Corte Suprema solicitó a los fiscales de Nueva York presentar su postura antes del jueves, dejando poco tiempo para resolver este complicado asunto legal.
El caso tiene implicaciones significativas, ya que plantea preguntas sobre los límites de la inmunidad presidencial y el tratamiento legal de exmandatarios. Los abogados de Trump han insistido en que este proceso judicial podría sentar un precedente peligroso para futuros presidentes y su capacidad para llevar a cabo sus funciones sin temer represalias legales.
A pesar de la complejidad del caso, los expertos legales señalan que es poco probable que la Corte Suprema intervenga para bloquear la sentencia. Sin embargo, esta petición subraya el enfoque de la defensa de Trump en desafiar los procesos legales que enfrenta mientras se prepara para asumir nuevamente la presidencia.
La sentencia del viernes y cualquier decisión de la Corte Suprema serán observadas de cerca por la comunidad política y jurídica, marcando otro capítulo en las batallas legales que han acompañado a Trump durante su carrera política.