En 2019, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador implementó una estrategia para combatir el robo de combustible, conocido como huachicol, logrando una reducción inicial significativa de hasta un 94% en este delito. Sin embargo, el problema persiste y ha mostrado signos de resurgimiento, especialmente en el estado de Guanajuato.
Según datos de Petróleos Mexicanos, durante el primer semestre de 2024, Guanajuato registró un total de 421 tomas clandestinas, concentradas principalmente en:
? Pénjamo: 227 tomas clandestinas.
? Salamanca: 47 tomas.
? Apaseo el Alto: 47 tomas.
? Irapuato: 24 tomas.
? Villagrán: 20 tomas.
? León: 17 tomas.
? Abasolo: 15 tomas.
? Celaya: 11 tomas.
? Cortázar: 10 tomas.
Para enfrentar esta problemática, se intensificaron operativos conjuntos entre Policía Estatal, Guardia Nacional y el Ejército, estas acciones han resultado en el decomiso de combustible robado y el desmantelamiento de bodegas utilizadas para su almacenamiento y extracción.
A nivel nacional, Pemex reportó pérdidas de $20,428 millones en 2024 debido al huachicol, ligeramente inferiores a los $20,703 millones perdidos en 2023.
El resurgimiento del huachicol en Guanajuato subraya la necesidad de mantener y reforzar las estrategias de seguridad y vigilancia para combatir eficazmente este delito que afecta tanto a la economía nacional como a la seguridad de las comunidades involucradas.