En un día caluroso, no hay nada más gratificante que un buen vaso de fruta fresca, rebosante de colores vibrantes y sabores que explotan en el paladar. La base puede incluir jugosos trozos de mango, crujiente jícama, sandía dulce y piña dorada, todas perfectamente cortadas para facilitar cada bocado.
Pero el verdadero toque mágico viene con el chamoy: esa combinación única de dulce, ácido y picante que envuelve cada pieza de fruta en una capa de sabor irresistible. Para los amantes de lo picante, un poco de chilito en polvo eleva la experiencia, resaltando la frescura de la fruta con un contraste explosivo.