La escasez de agua potable es cada vez más crítica, tan solo en la ciudad de Oaxaca y municipios conurbados existe un promedio de 34 mil 565 oaxaqueños que usan agua de ríos, pozos y arroyos, unos 30 mil 262 la acarrean de alguna vivienda cercana, y 21 mil 82 captan agua de lluvia, según datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Para resolver este problema, en el mes de febrero de este año el gobierno del estado de Oaxaca, puso en marcha el Programa Emergente de Abastecimiento de Agua consiste en la instalación de 30 hidrantes públicos alimentados por cisternas de 10 mil litros en colonias vulnerables, que en este arranque serán abastecidas con 23 pipas, cuyo suministro gratuito abarcará cuatro meses, en el periodo más intenso del estiaje.
Se trata de una estrategia de saneamiento de abasto seguro donde también destinarán recursos para la conservación y recarga del manto acuífero de valles centrales, mediante la tecnificación del riego, en cuando menos 5 mil hectáreas con una inversión de 71.9 millones de pesos.
Son varias las dependencias estatales incluidas para poder resolver la crisis hídrica que tiene el estado, secretaría de Gobierno; de Infraestructura y Comunicaciones; de Fomento Agroalimentario y Desarrollo Rural; de Medio Ambiente, Biodiversidad, Energías y Sostenibilidad, la Comisión Estatal del Agua para el Bienestar.
Sin embargo, la estrategia no ha sido suficiente y se considera que Oaxaca es uno de los estados con mayor captación de turistas que recibe al año, para el sector hotelero y de restaurantes realmente, no ha sido fácil sostener el nivel de corrupción que hay por ejemplo en la venta de agua a través de pipas, la disparidad de precios, es uno de los temas que tiene pendiente de revisar la PROFECO, pues llegan a pagar de mil, hasta 1.700 pesos por una pipa de agua.