La tarde-noche de ayer, la explanada municipal de Salina Cruz se colmó de emoción y orgullo, al recibir a miles de habitantes para escuchar el tercer informe de gobierno de Daniel Méndez Sosa. La multitud se agolpó bajo el cielo estrellado, testigos de un momento histórico para el municipio y un mensaje claro: el cambio y el bienestar llegó a Salina Cruz. Con una sonrisa sincera y la humildad que lo caracteriza, Daniel Méndez Sosa compartió con su gente los logros más destacados de su gestión en este tercer año. Obras que, año tras año, han transformado la vida de los salinacrucenses: desde la infraestructura vial, hasta la atención a los sectores más vulnerables.
Un hecho significativo fue el apoyo al DIF municipal, que, a pesar de la falta de respaldo por parte del gobierno estatal, ha seguido cumpliendo con su misión de asistencia social. Pero uno de los momentos más emotivos de la noche llegó cuando el presidente hizo referencia a su lucha por los derechos de las personas con autismo.
En un gesto que quedará marcado en la historia, Salina Cruz fue el primer municipio en Oaxaca en crear un centro especializado para niños con esta condición. Un lugar donde los más pequeños reciben terapias y atención de calidad y gratuita. Una acción que subraya el compromiso de un líder que no solo gobierna, sino que entiende y se preocupa por las necesidades más profundas de su gente.
El evento tomó un giro inesperado cuando, frente a toda la multitud, se le mostró un video que lo condecoraba como uno de los mejores gobernantes municipales de México, un reconocimiento otorgado en el Senado de la República. Visiblemente conmovido, Daniel Méndez Sosa recibió con gratitud el homenaje, aunque con la humildad que siempre lo ha caracterizado. Con un firme compromiso de seguir avanzando, Daniel concluyó su informe con una frase que posiblemente se ha convertido en el lema de su próxima administración:
¡En Salina Cruz vamos bien, pero nos va a ir mejor! Un mensaje de esperanza y confianza que resonará en cada rincón del municipio, reafirmando que su trabajo continúa. Este informe no sólo es un resumen de logros, sino un testamento de un hombre que ha hecho de Salina Cruz un lugar mejor para todos. Su legado perdurará en las calles, en las instituciones, pero sobre todo, en el corazón de una comunidad que hoy lo reconoce como el mejor presidente que ha tenido Oaxaca.