Las festividades de los "Lunes del Cerro y su Octava" tienen su origen en la época prehispánica continuando por el Virreinato, hasta la época actual.
Estas festividades están relacionadas con la fiesta de la Virgen del Templo del Carmen Alto, que fue edificado en las faldas del Cerro del Fortín, donde se encontraba la ermita de la diosa del maíz, llamada "Centéotl", a quien los antepasados rendían tributos y ofrendas.
La permanencia de los "Lunes del Cerro" ha tomado formas distintas, que se han manifestado en momentos de celebración que van desde ritos, adoración y pedimentos a la diosa Centéotl, en cuyo honor se escenificaban danzas y rituales que culminaban con el sacrificio de una doncella, quien durante las festividades era considerada la representación de la deidad.
En 1932 se da el homenaje racial que convoca a los habitantes de las regiones del estado para ofrecer su tributo y celebrar los 400 años de elevación de la Verde Antequera a rango de Ciudad de Oaxaca.
El cronista de la Ciudad de Oaxaca, Jorge Bueno, explicó que a partir del homenaje racial en la década de los 30, la Guelaguetza se insertó en los "Lunes del Cerro".
Lo que hoy es considerado el espectáculo folklórico más importante de América Latina, La Guelaguetza, siendo un acto de hermandad entre los pueblos.
Jorge Bueno Sánchez, cronista de la Ciudad de Oaxaca
"Es un dar y recibir, es un apoyo mutuo en las fiestas, en las mayordomías, en la bodas, eso es el apoyo de la población de los vecinos hacia aquel que está velando a su difunto, hacia a aquel que está casando a su hija, y que apuntan muy bien todo lo que llevan para llevarlo cuando les toque asistir a la fiesta del vecino, del paisano".
Conocedor de las tradiciones y costumbres de Oaxaca, Jorge Bueno, explicó cómo en la época reciente se ha desvirtuado la relevancia del personaje central de la celebración.
Jorge Bueno Sánchez, cronista de la Ciudad de Oaxaca
"Sin embargo, la política ha hecho a un lado a ese persona y como subían a darle las ofrendas y a darle los obsequios al gobernante, al presidente municipal, a las autoridades, a los invitados que vienen de la Ciudad de México, un poquito se desvirtuó la idea de que a quien se le entrega todos estos obsequios de las regiones es a la diosa Centéotl, no a los políticos".
La Guelaguetza es una reunión en la cual los grupos étnicos bailan, tocan sus instrumentos, su música vernácula y obsequian productos propios de su región.
Este espectáculo folklórico puede ser admirado y disfrutado en cualquiera de sus cuatro presentaciones que tienen lugar durante el "Primer Lunes del Cerro y su Octava".
La Guelaguetza que se lleva a cabo el siguiente lunes al 16 de julio de cada año en Oaxaca, es una fiesta de color, de música, de etnicidad, en un estado pluriétnico y plurilingüístico, que no solo conserva la mexicanidad, sino que le da un toque de reserva espiritual.