Habitantes de Chalco cumplen 17 días bajo aguas negras
Chalco vive una pesadilla tras 17 días de inundaciones de aguas negras, producto de las fuertes lluvias y la falla del colector Solidaridad.
El agua estancada ha convertido sus hogares en lugares inhabitables: el fétido olor invade cada rincón y las coladeras siguen expulsando agua sucia, afectando a 600 viviendas.
Los vecinos ya no pueden usar los baños, bañarse, ni siquiera dormir o comer debido al nauseabundo olor que persiste las 24 horas del día. "Aquí ya no es vida", expresan, mientras ven cómo el agua sigue subiendo, afectando más de 20 calles y llegando incluso a la avenida Solidaridad, donde se construye el Trolebús Santa Martha-Chalco.
Para atender a las 600 familias del municipio de Chalco afectadas por las lluvias, la gobernadora Delfina Gómez Álvarez acudió a la zona afectada para supervisar las acciones que se realizan ante esta emergencia y reunirse con las vecinas y los vecinos de las colonias Jacalones, Culturas de México y Jardines de Chalco. Sin embargo no se ha visto ninguna solución.
Ante la desesperación, los residentes han protestado y solicitado la intervención del presidente Andrés Manuel López Obrador y de Claudia Sheinbaum, presidenta electa, para que visiten la zona y vean la gravedad de la situación.
La paciencia con las autoridades locales se agotó, ya que además de la inundación, no han contado con servicio de recolección de basura en todo este tiempo.
El coordinador de Protección Civil, Adrián Hernández Romero, explicó que el problema radica en una fractura y taponamientos en la red del colector, dificultando la evacuación de las aguas residuales. Aunque trabajan con maquinaria pesada y camiones de succión, el avance ha sido lento. Se espera que con el apoyo de más equipos, se logre desaguar mil litros por segundo.
El Ejército Mexicano ya aplica el Plan DN-III de ayuda a la población, mientras que la Marina ha enviado brigadas para apoyar en las labores. La sociedad civil también se ha movilizado para recolectar víveres, ropa y cobijas, ya que muchos vecinos han perdido todo.
Mientras tanto, las lluvias continúan en la zona, agravando la situación y aumentando la desesperación de los habitantes que claman por una solución urgente.