Es Oaxaca, un cementerio de hospitales abandonados, heredado principalmente por dos administraciones estatales, la de Ulises Ruiz y Gabino Cué Monteagudo.
ABELARDO ANDRÉS / SAN PABLO YAGANIZA
"Hace 16 años pusieron la primera piedra, solamente se hizo un aparte, como un elefante blanco que le llaman, por eso estamos registrados como 66 comunidades dispuestas a luchar sobre esta causa"
De acuerdo al Plan Maestro de Infraestructura Física, presentado por la Secretaría de Salud, del 2004 al 2018, se contabilizó en México 306 obras hospitalarias inconclusas, de las cuales Oaxaca encabeza las estadísticas, con 6 hospitales sin terminar y 52 unidades de menor nivel, colocándose por debajo de él, entidades como Veracruz y Jalisco.
De acuerdo a estimaciones la Secretaría de Salud, entre obras suspendidas y abandonadas en Oaxaca, se tiene un gasto perdido de mil 514 millones de pesos, por proyectos que debieron entregarse y estar funcionando, pero siguen en obra negra
Problemática que se hace más visible, cuando se enfrenta una crisis sanitaria, como la que se vivió con el Covid-19, y esto lo padecieron en carne propia los habitantes de Magdalena Tequisistlán, Oaxaca, sede de uno de esto elefantes blancos, inaugurado hasta dos veces, la primera por Ulises Ruiz Ortiz, y la segunda por Gabino Cué Monteagudo, lo que generó que todo el pueblo enfermara y decenas murieran, entre el 2020 y 2021.
"Ese elefante blanco como le llamamos, que no se ha terminado su construcción, si este hospital estuviera funcionando, muchas personas que fallecieron, hoy estuvieran con vida"
¿Erro o abuso?, ¿Quién paga por este daño?, lo cierto es que la clase política, ya encontró en Oaxaca, un nidito de oro, la promesa de infraestructura hospitalaria que se paga como nueva, pero jamás se termina.