La pesca de altamar, que fue el motor de la economía no solo de Salina Cruz, si no de Oaxaca, en los años 80 y 90, sigue decayendo día a día.
Hoy la imagen de esos momentos, se limita a barcos amarrados en el muelle, que el salitre se los va consumiendo poco a poco, pasando por duros momentos, quedándose sin subsidio, la baja captura y altos costos de combustible, problemática que lleva años.
De acuerdo con pescadores, en cada temporada de pesca partían al mar unas 40 embarcaciones que pertenecen a cooperativas y a particulares, sin embargo, con cada temporada, este número va disminuyendo, cayendo a menos del 50% de la flota.
Se estima que cada embarcación necesita por lo menos de 20 mil litros de diésel marino para un viaje de 15 días en alta mar, lo que representa una inversión promedio de 400 a 500 mil pesos, más los gastos por la compra de alimentos, permisos e insumos, resultando incosteable para alguno, ante la baja producción y la competencia desleal.
Hoy por hoy, la pesca sigue siendo una actividad importante que lucha por subsistir, en Oaxaca existen 7 mil 500 pescadores registrados en 33 municipios; en el 2023 se pescaron 9 mil toneladas de producto con un valor aproximado de 379 millones de pesos, el estado cuenta con 568 kilómetros de litoral y 8 sistemas lagunares costeros.
Los reportes 2022 - 2023, dejan en claro la crisis del sector pesquero para Salina Cruz, notificando que 12 embarcaciones más están en riesgo de quedarse ancladas, ¿será este el futuro para la pesca de altamar?