El arte de curar las enfermedades con la medicina hecha a base de hierbas es ancestral, y en cada pueblo originario esta tradición se va heredando de manera oral a las generaciones, a tal grado que en nuestros tiempos existan personas que aún se dedican a este oficio tan noble.
Como María Isabel Jiménez Salinas, que es una mujer zapoteca de la Séptima Sección de Juchitán, y cuenta que desde hace más de 20 años se dedica a esta actividad, ya que asegura que a través de las plantas medicinales se pueden curar las enfermedades, y éstas no generan reacciones secundarias.
Sus primeras enseñanzas en este oficio las obtuvo de la abuela Inés, que tenía la sabiduría y curaba todas las enfermedades de sus nietos, con solo elegir la hierba correcta, y posteriormente en los talleres promovido por el Obispo Arturo Lona Reyes en la Diócesis de Tehuantepec.
Existen alrededor de 300 plantas en la región que tienen propiedades curativas, éstas pasan por un proceso de selección, posteriormente se hace la extracción de las sustancias, y con una mezcla liquida se elabora la medicina, que tiene una duración de 5 años para su uso, y después de esa fecha por un proceso natural se evapora.
Actualmente la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) liberó el uso legal de 20 yerbas medicinales, 6 de éstas son utilizadas por María Isabel desde hace más de 20 años.
A pesar de la aparición de nuevas enfermedades como el Zica, Chinkungya o Dengue, existen medicamentos a base de las yerbas que pueden contrarrestar los efectos nocivos de estos padecimientos.